Alas para volar

Palabras para leer, susurrarlas por teléfono o gritarlas al viento... Versos para anotar en la servilleta de un café o repetirlos por la calle hasta aprenderlos de memoria. Frases para dedicárselas a alguien en la primera página de un libro. Silencios llenos de palabras, versos o frases que dicen todo sin decir nada. Mis alas son las palabras, los versos, las frases y los silencios. ¿Cuáles son las tuyas?

domingo, 23 de febrero de 2014

Carta a José María Palacio

Palacio, buen amigo, 
¿está la primavera 
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda, 
¡pero es tan bella y dulce cuando llega! ... 
¿Tienen los viejos olmos 
algunas hojas nuevas? 
Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.
¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa, 
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!
¿Hay zarzas florecidas
entre las grises peñas, 
y blancas margaritas
entre la fina hierba?
Por esos campanarios 
ya habrán ido llegando las cigüeñas. 
Habrá trigales verdes, 
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos 
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero. 
¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?
Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas, 
no faltarán. Palacio, buen amigo, 
¿tienen ya ruiseñores las riberas? 
Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino, 
al alto Espino donde está su tierra...
Antonio Machado


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